domingo, 18 de abril de 2010

14 de abril de 2010 en Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Málaga


Coloquio con Miguel Oscar Menassa,

director, guionista y actor del cortometraje
“El hortelano”


P: No sé si he captado lo que quería decir el corto y era para preguntar si al final él realmente la quería o era cuestión de no haber cultivado el amor. Al final no sé si he entendido muy bien lo que es el mensaje del corto.

MOM: El mensaje del corto es que no se necesita amar para ser feliz, ese es el mensaje fundamental, y que el amor a veces no hace feliz, a veces el amor hace muy desgraciadas a las personas. Ella dice: "Y te amo tanto que con rencor te amaba".

P: A lo mejor es porque no ama bien.

MOM: No, es que si no se goza no se ama bien, si no se es feliz no se ama bien.

P: ¿Qué significado tiene entonces cuando toman lo que es el fruto del futuro y el té del pasado?

MOM: Él toma el fruto del futuro y se siente muy bien; ella toma el te del pasado y se siente muy mal. Eso quiere decir, lleva el mensaje de que el pasado no es bueno para nadie, que es mejor elaborarlo u olvidarlo, el pasado. Que la felicidad está en el presente y en el futuro. Que en el pasado está la infancia, la vieja familia, los escollos marinos... sí, todo lo que usted quiera.
Para ser un buen neurótico hay que vivir en el pasado; una persona que vive el presente y el futuro no tiene enfermedad o tiene un grado mínimo de enfermedad. No sé si está claro.

Los psicoanalistas, yo trabajé 50 años como psicoanalista, vivimos del pasado, de la angustia que produce el pasado. Por eso, el consejo es que hay que librarse del pasado.

P: Vivir el presente.

MOM: Hay que vivir el presente, planificar el futuro, porque si no hay planificación del futuro tampoco hay goce, porque no hay ningún Estado, no se conoce ningún Estado actual que piense la felicidad del ciudadano. Por lo tanto, si el ciudadano no proyecta su futuro, no puede ser feliz. Es decir, que la felicidad es un trabajo, es la realización de un trabajo, en conjunto entre dos o más personas. Y si no, no hay felicidad, no hay programa de felicidad en ningún Estado del mundo.

En la sociedad del confort es donde existe la mayor tasa de suicidios. Ésas son las sociedades del confort que ahora ya no son tampoco las sociedades del confort, porque se han venido abajo.

El dinero es de quien lo piensa. Usted me dice "no, pero el trabajador..." Hay trabajadores que pueden pensar el dinero y no sufren tanto con su salario pobre, no son pobres aunque el salario sea pobre y, en cambio, hay ricos que son pobres. Quiere decir que el dinero debe ser pensado y, si usted no piensa el dinero, el dinero lo piensa a usted, que es una cosa terrible. Es así con el amor, con el deseo con el goce, con el sexo...

El sexo trajo el sida, el sexo no pensado trajo enfermedades terribles, así que el sexo debe ser pensado, el amor debe ser pensado.

Y después, la primera pregunta sobre el amor... A mí siempre me llamó la atención esa pregunta, ¿qué decimos cuando decimos que amamos? Por ejemplo, estar enamorado es terrible, porque estar enamorado es más que amar, estar enamorado es meterse al ser al amante dentro de uno y representa el yo de uno mismo, el amante. Por lo tanto, en realidad, estar enamorado es el grado de esclavitud máximo, no existe un grado de esclavitud, ni entre los antiguos esclavos, que sea tan grande como el enamoramiento.

Una definición del amor es darle lo que no tengo a quien no soy. Por ejemplo a la mujer no le tengo que dar el sexo masculino, le tengo que dar el sexo femenino, que es lo que no tengo y no soy, la mujer al hombre no le tiene que dar el sexo femenino, le tiene que dar el sexo masculino, que es lo que ella no tiene y no es. Esa es una metáfora bastante posible del amor.
En cambio, el enamoramiento es una ceguera, el enamorado es celoso, es paranoico, es envidioso.

El amor es libertario, si yo la amo a ella, lo único que ambiciono es su felicidad. No me importa si es conmigo o con Dios, no me importa, me importa que sea feliz, eso es el amor. El amor por lo hijos: me importa que mis hijos crezcan libremente, hermosamente y de manera grandiosa, conmigo o sin mí, ése es el amor. En cambio, en el enamoramiento mis hijos son mis hijos, tienen que tener la educación que yo tengo, tienen que vivir como yo vivo... Insoportable.

Hoy estuvimos hablando de los jóvenes que se llevan mal en el colegio, que abandonan los estudios, es por la cantidad de reglas que tienen que observar, la cantidad de reglas genera en el adolescente una rabia que, como son jóvenes y no están bien educados, la rabia se traduce en hacerse daño. Entonces, no es que prueben la droga, se envenenan con la droga, no es que prueben un vaso de alcohol, se envenenan con el alcohol. Pero eso es de rabia, rabia contenida, rabia por no poder librarse de las preceptivas de los padres de los maestros, de los educadores. Que, de paso, si los educadores no se psicoanalizan, no hay ley de educación que salve a los chavales, porque son envidiosos, los profesionales son envidiosos, los educadores son envidiosos y, para ser un buen maestro, no hay que envidiar, hay que gozar con el crecimiento del otro, lo mismo que para ser un buen amante hay que gozar con la libertad del amante.

Además, tener todo el tiempo una persona con uno, que eso es el enamoramiento, es una cosa terrible porque ¿quién aguanta a una persona todo el día con uno? Nadie aguanta, para aguantar hay que hacerse el indiferente, el tonto. Si tengo la presencia del otro constantemente es insoportable.

Además, poder separarse y encontrarse con el otro es la forma más bonita del amor, no tener miedo, no tener paranoia de separarme porque me voy a volver a encontrar, esa felicidad del encontrarse.

Yo sé que no se piensa así, pero sería conveniente que empezaran a pensar así para sufrir menos.

La medicina actual, toda la medicina actual, el psicoanálisis incluido dentro de la medicina actual, están ahora preocupados por el dolor, es lo único que les preocupa porque se ha llegado a conclusiones terribles: el infarto de miocardio no mata porque frena la circulación sino que mata por el dolor y así un montón de enfermedades. Evidentemente, el dolor es una preocupación.

Todos estos consejos que yo doy son para que no duela, para que dé goce el amor, no para que duela, para que la amistad dé goce.

Hay un tango que dice "todos sabemos cómo los jueces y los amigos han nacido para fallar". Entonces, si no me cuido de los amigos, termino siendo traicionado por los amigos. El tango sabe más que nosotros.

El mensaje del corto es ése. Porque él le dice la palabra "mi amor" al final, que quiere decir que siguen en relación, él lo que no soporta es el cuidado exagerado de ella, porque el cuidado exagerado hace que él se sienta un inútil, un enfermo. Y aunque uno esté enfermo, si lo cuido mucho lo hago sentir más enfermo. La manera de hacerlo sentir un poco más sano es cuidarlo un poquito menos, no descuidarlo, porque eso es falta de amor, pero cuidarlo con exageración enferma más.

Cuando estoy encima de los niños, por ejemplo "no te muevas" y al niño lo encuentro en el alambrado; cuando le digo "haz lo que quieras", cuando vuelvo está en el mismo sitio.
Hijo "espérame" y el niño espera, si le digo "no vayas al alambrado", le veo trepado al alambrado aunque esté electrificado el alambrado.

No es que se diga que nos educan mal, nos educan muy mal. Nos educan con una moral antigua, porque ningún educador tiene la moral que le quiere inculcar al niño. No habría contradicción, el niño vería que lo educan mal pero que el educador cumple con la moral, pero no es así, generalmente los educadores son unos inmorales que quieren que el niño sea moral.

Yo soy muy cristiano, estoy bautizado, hice la primera comunión, fui monaguillo pero lo que está pasando actualmente en la iglesia es desastroso, perdón por decirlo pero es esto: son educadores que rompen la ley de la educación, que transgreden la ley de Dios, la ley del cristianismo... Bueno pero aquí les vemos, por eso que la poesía es salud.

P: ¿Hoy no nos lee un poema?

MOM: Sí, he traído unos poemas para leer.

P: ¿El hombre es una criatura que está capacitada para amar?

MOM: Sí.

P: ¿En todos los casos?

MOM: Sí, y la mujer también... El hombre está capacitado para amar, eso no quiere decir que todos los hombres manejemos la máquina de amar que poseemos de buena manera. Pero eso se llama neurosis, por eso hay tanto psicoanalista.

No es que esté descompuesta la máquina es que yo la descompongo a propósito.

El doctor hablaba de lesiones en los futbolistas, yo también estudié eso. A veces me lesiono porque no me gusta el entrenador, a veces me lesiono porque le quiero dar un disgusto a mi mamá, el caso de Riquelme, la mamá llora mucho con él porque se lesiona y como no tiene cómo hacerla enojar a la madre, entonces se lesiona. El hombre puede llegar a la autoagresión para joderlo al otro.

Ése es el espíritu humano, es muy sensible el espíritu humano, por eso no hay que hacerle al otro lo que no quiero que me haga a mí, porque si se lo hago me lo va a hacer. Entonces una buena educación sería hacerle al otro lo que yo quiero que me hagan y no que le hago al otro el mal y quiero que el otro me haga el bien, eso es imposible, imposible.

Yo tengo un verso que dice si no fuera por mí sería perfecto. ¿Se entiende ahora? No soy perfecto porque estoy yo.

www.menassacandidatopremionobelliteratura2010.com


martes, 6 de abril de 2010

VIVIR CON JÚBILO - Nº 126 - Abril de 2010

nuestras aficiones
CULTURA

MIGUEL OSCAR MENASSA

Por Juani Loro

Impresiona la fuerza que desprende su mirada nada más sentarse frente a él. Y no es algo gratuito. Es el resultado de una experiencia dilatada, rica, creadora y de una apuesta vitalista de la existencia. En 2011 celebrará el 50 aniversario de su primera obra: Pequeña historia. Desde entonces, su labor creativa ha sido incesante en varios campos. Por eso, la Asociación de Escritores Internacionales le ha elegido como candidato al Nobel de Literatura. ¿Lo conseguirá? Él tiene casi 70 años y mucho que decir. De hecho, ya ha ganado.

¿Cómo ha tomado su nombramiento como candidato al Nobel de Literatura?

Es una sorpresa porque uno, cuando escribe, pinta o hace cine, no piensa en los premios. Estuve un poco “turulato” dos o tres días, pero luego me sentí merecedor, como otros tantos, de la candidatura. Actualmente, tengo una obra de casi 40 libros y dirijo dos revistas. El año que viene se cumplen 50 años de mi primera publicación, que se titula Pequeña historia.

¿Usted se hubiera propuesto como candidato a recibir el premio?

No. Nunca. Te prometo que estuve riéndome dos días porque la carta me decía que podía aceptar o no la candidatura y no acababa de creérmelo. Lo impresionante fue que esa gran institución me propusiera tras conocer mi obra.

¿Ganar el premio sería la culminación a un camino recorrido o más bien un aliciente para seguir adelante?

Yo, el premio que quiero, es que me dejen seguir escribiendo hasta los 100 años. El Nobel es un galardón a la constancia, porque si no te pasas 30 ó 40 años escribiendo, no te lo dan. Yo me considero una persona constante, pero si no lo recibo, no pasa absolutamente nada. El año que viene celebraré, en todo caso, las bodas de oro de mi primera poesía.

Hasta los 10, le quedan 30 años para hacer muchas más cosas...

No es tanto tiempo. Aún quiero aprender a tocar el violín y tengo muy mal oído, así que lo necesito –sonríe.

Pero usted no sólo es escritor. También ha irrumpido en el mundo de la pintura e, incluso, del cine. ¿Verdad?

Hago poesía desde los 11 años pero es lo que más me cuesta. Para pintar no tengo ninguna referencia, simplemente dejo ir la mano. Pero en poesía tengo a todos los grandes que me machacan para que no repita, para que no me copie, para que no decaiga... Hace 32 años que pinto y tengo más de 1.000 cuadros hechos por mí. En relación al cine, hace seis años que me inicié en el cine, con mis propios textos. He escrito dos novelas y varios relatos y también es importante para mí la obra científica. Además, soy director de una escuela de psicoanálisis, otro trabajo más.

10 años después de publicarse Pequeña historia, funda el Grupo Cero. ¿Qué es y con qué objetivos se crea?

Se trata de un movimiento científico-cultural. En 1971 redacté el primer Manifiesto, que firman cinco médicos, un filósofo y un psicólogo. Siempre tuvimos en cuenta la escritura. Fuimos creciendo, abriendo talleres de poesía mientras tanto, se creó también la editorial Grupo Cero, que cuenta en su haber con 157 títulos. En Madrid, en 1981, fundé la Escuela de Psicoanálisis que hoy en día sigue funcionando.

La Asociación Internacional de Escritores justifica su candidatura “por la conjunción de la poesía y el psicoanálisis”. ¿Cómo se complementan ambas disciplinas?

Esa conjunción la buscaron varios premios nobeles. Freud en su primera revista de psicoanálisis y, dos años antes de morir, confiesa que su única decepción fue no haber sido poeta. Yo soy médico y soy psicoanalista, pero ante todo me siento poeta. Esta conjunción forma parte de mi vida. La función poética es lo mismo que el inconsciente. La producción de un poema es similar a la de un sueño. Son producciones inconscientes. Uno de los grandes poetas que buscó este camino, Octavio Paz, considera la poesía como el camino del conocimiento.

¿Cómo ayuda la poesía en el proceso del psicoanálisis?

La poesía es mucho más que una colección de versos. Es un instrumento de conocimiento de precisión. Yo estoy convencido de que la escucha psicoanalítica tiene que ser poética. La interpretación ha de ser psicoanalítica pero la escucha no, porque se maneja con el imaginario universal.

Después de 49 años, ¿sigue escribiendo sobre los mismos temas o con el transcurrir del tiempo se ve obligado a tratar asuntos que antes no hubiera considerado?

Siempre he escrito del amor. Pero ahora, a los 70 años, me apasiona escribir sobre la muerte y la vejez, porque un hombre que tiene algo que decir a los 70 años vive, si tiene algo que decir a los 80, vive y si tiene algo que decir a los 120, también le dejan vivir. Mis temas son reflejo del naturalismo del ser humano. Yo trato de atraer la naturaleza al hombre.

Hoy, en el año 2010, ¿la poesía es útil?

Creo que sí, porque a raíz de las adhesiones que estoy recibiendo a mi candidatura, sorprendentemente me he dado cuenta de que he salvado más vidas con mi poesía que con el psicoanálisis. No es útil para los estados, pero ¿qué es útil para ellos?

¿Y es un arte que sigue estando de moda en nuestros días?

Sí. Cada vez hay más revistas de poesía. Internet está lleno de referencias. la gente escribe como terapia, podemos decir. Creo que cada día hay más reconocimiento hacia la poesía. Mi poesía no es común porque toca todos los asuntos que generan la hombría y la feminidad.

Centrémonos en uno de esos temas: la vejez. ¿Qué se puede hacer para envejecer de la mejor forma posible?

Hay que leer. Yo trato a personas con Alzheimer desde hace más de 25 años con lecturas y con escritura. En el proceso de envejecimiento, no hay que aceptar que te descarten. Por eso, no me jubilaré. Me dicen: “señor Menassa está por entrar en la tercera edad”. Y yo les contesto: “sí, pero la tercera edad puede durar 40 años, ¿o no? Por lo tanto, seguiré haciendo las mismas actividades mientras pueda.

¿Cómo ayuda el amor?

El amor y la compañía son vitales. La soledad mata a cualquier edad.

Incidamos en el psicoanálisis. ¿A qué se debe el boom de esta ciencia en nuestro país en los últimos años?

Creo que es el resultado del trabajo de 30 años de muchos profesionales. Ahora, la gente quiere psicoanalizarse, no quiere tomar pastillas. El psicoanálisis se considera un instrumento terapéutico capaz de curar muchas enfermedades que, generalmente, se rechazan por causa desconocida. Está consiguiendo hacerse un hueco muy importante dentro de la medicina.

Para hacernos una ligera idea de lo útil que puede llegar a ser, imaginemos la sala de urgencias de un gran hospital donde encontramos unos 150 pacientes. Pues, el 51 por ciento de ellos acude a esas urgencias pero no debería estar ahí porque su problema tiene otra solución. Los médicos también recomiendan ahora el psicoanálisis. En otros países, la Seguridad Social cubre hasta un mes de tratamiento de psicoanálisis.

¿Cuál es la reacción del paciente el primer día que acude a consulta? ¿Siente miedo ante la posibilidad de conocerse realmente?

Eso me sigue ocurriendo a mí, así que no resulta extraño que ellos también sientan miedo ante la posibilidad de conocerse más profundamente.

¿Cómo es, desde su óptica, la sociedad actual?

En una sociedad justa, el trabajo es un don. Primero, tendríamos que crear una sociedad justa, que no es tan difícil. No se trata de ser todos iguales, porque somos todos diferentes, semejantes, pero no iguales. Pretender la igualdad es una tontería, pero pretender la justicia no.

¿Cuándo mira la televisión, qué asuntos le ponen la piel de gallina?

La injusticia. El mal olor del periodismo actual en el que lo único que interesa es cuántos murieron, cómo murieron y, si murieron despedazados. Eso me desespera. He estudiado a fondo el mensaje de los informativos y no hay lugar en ellos para la cultura. Ésta sólo aparece cuando el espectáculo es parecido al de una cancha de fútbol.

La revista JÚBILO entrevista a Miguel Menassa (Nº 126. Abril. Páginas 80, 81 y 82)